Olympéa es genuino, auténtico, con personalidad y muy femenino. Evocando a una mujer mitológica, una diosa, una reina. El frasco combina códigos clásicos y estética ultra contemporánea creandose un círculo perfecto, similar a los talismanes sagrados, y una corona metálica abraza ambos lados del frasco que nos recuerdan los laureles de la victoria.
Todas estas referencias clásicas y art déco conviven con equilibrio y son el nexo de unión con Invictus.